En diciembre vi una obra de teatro, Los Gestos, de Pablo Messiez, en la que uno de los personajes abría el espectáculo diciendo algo como que ya no quería tener más ideas, quería hacer cosas (o eso quise interpretar yo). Abrir este espacio es para mí materializar esto: sacar fuera todas esas ideas que tengo y que no se queden en eso, ideas, una frase escrita aceleradamente en mis notas del móvil o un pensamiento recurrente antes de dormir.
Me siento un poco Lena Dunham en Girls cuando dice muy apasionadamente a sus padres: I think that I may be the voice of my generation!!! Or at least a voice!!! Of a generation!!! No soy ninguna voice de ninguna generation pero como todo el mundo, tengo cosas que contar. No pretendo nada más que obligarme a ser un poco más constante dando forma a estas ideas.
No sé cuanto durará esto. Como dice una de estas frases que tengo guardada sin contexto en notas del móvil: todo en la vida es solo por ahora!!
Qué bien que sea así. Hoy me apetece hablar de esto:
donna
El otro día mi amiga Lucía nos recordó por el grupo de WhatsApp que era día de luna llena y que nos acordáramos de hacer el ritual.
Resulta que hace unos meses, pasando un momento vital triste y caótico, aparecimos una tarde de viernes en una fiesta en Toledo en la que nos bebimos más de dos, tres, y cuatro vermuts. Volviendo a casa, que casi siempre es el mejor momento de todas las fiestas, bien porque te estás yendo a casa o bien porque la risa sale fácil, Lucía nos habló de un verano que pasó en un pueblo de Italia y del ritual de luna llena que le enseñó una donna para pedir deseos.
[insertar algo hablando de mis deseos, porque no sé cuales son]
Este día para mí fue importante porque recordé que reír (pero reír de verdad) era todavía una posibilidad. Las semanas siguientes me aferré a este día y a mis amigas maravillosas que me hacen sentir así para sobrevivir.
El ritual es tal que así:
Cuando me llegó el mensaje de Lucía estábamos preparándonos para salir de casa y convencí a Víctor, Paula y Robert de hacerlo. Así dejamos los vasos a la luz de la luna, cada uno con su deseo debajo:
Me pareció un gesto bonito para hacer entre amigas. Creo que da igual si mi deseo se acaba cumpliendo o no, si el ritual funciona o si Lucía lo entendió bien de la donna y en realidad lo estamos haciendo todo mal. Aunque sea escribirlo en ese papel arrancado de mi agenda, algo he hecho para que se cumpla. Es un primer paso, ¿no? El segundo es escribir esto y atreverme a enviarlo.
De todos modos, por si todavía no os he convencido, ayer recibí este mensaje de una de las participantes del experimento:
Gracias Lucía por la lucidez. Las cosas que me cuentas viajan entre redes de amigas. Gracias también a Gema por animarme a escribir y por inmortalizar en un vídeo precioso esa tarde.
No había pensado escribir nada más pero voy a mencionar tres cosas que me han gustado últimamente:
Este post de @ampparito en el que habla de los carteles “no hay nada de valor” que colocan algunas personas en el salpicadero de su coche. Yo no había visto esto hasta que me mudé a Madrid, y siempre me han causado ternura . De hecho, hace unas semanas fotografié uno de los carteles que aparece en el post al lado de mi casa.
El trabajo de la artista cubana Ana Mendieta. Este artículo del NYT cuenta su historia. Me guardo este tema para escribir sobre él próximamente :)
"Siluetas" de Ana Mendieta La peli de Poor things!!!!!
Recuerdo que cuando me despedí de mis amigas antes de irme a casa por navidad, Lucía (otra vez) me gritó de lejos: sé una estrella!!! No la escuché y le pregunté qué???!!! Y el camarero de un bar, que estaba al lado mía, me dijo: sé una estrella.
:)
[Esto también lo tengo apuntado en notas del móvil]
Eso es todo. sed estrellas!!!!!!
Valiente. Te quiero y admiro